UNA NOCHE
Era la habitación inmunda y pobre,
oculta sobre la taberna sospechosa.
Por la ventana se veía la calleja
estrecha y descuidada. Desde abajo
llegaba allí la voz de los obreros
que holgándose jugaban a las cartas.
Y allí, en aquella casa humilde y pobre,
el cuerpo del amor, los rojos labios
voluptuosos poseí de la ebriedad-
rojos de una ebriedad tal, que aún ahora
al escribir (después de tantos años),
en mi hogar solitario vuelven a embriagarme.
***
VUELVE
Vuelve a menudo y llévame contigo,
dilecta sensación, regresa y llévame contigo-
cuando el recuerdo del cuerpo despierta
y el antiguo deseo retorna a la sangre,
cuando los labios y la piel recuerdan
y sienten las manos que vuelven a tocar.
Vuelve a menudo y llévame, de noche,
cuando los labios y la piel recuerdan...
***
CUANDO DESPIERTEN
Intenta conservarlas, oh poeta,
por muy pocas que sean las que se demoran.
Esas visiones tuyas de erotismo.
Ponlas, disimuladas, en tus frases.
Intenta retenerlas, oh poeta,
cuando despierten en tu pensamiento
de noche o en el resplandor del mediodía.
"Poesía completa" / Visor Libros
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