Es duro el exilio
Que me aleja de tu voz
Y tu mirada.
Me dicen que es vana
La ilusoriedad
Que es más justa
La soledad.
Y ahora, desde la soledad
Me pregunto:
A qué tanta herida
De sueños,
Tanta mordedura
De vendavales
Cuando lo único que cabe ya
Es la migración del éxodo,
La decapitación
De todos los sentidos.
***
Entre el aliento
Y la montaña
Siete abismos
Y mi alma.
***
Ese instante de ti que no se agota,
Esa fosa común donde paren
Con frenesí tus besos enlutados.
Esa memoria que reitera
En la necesidad de ahogarnos,
Para no repetirnos, para amarnos
Sin descanso. Y es que todo es así,
Voluntad de ti sobre las charcas,
Esa voluntad que hace chocar
Los cantos rodados en la línea
De la sangre. Justo donde golpea
El canto de las ranas a medianoche,
Justo donde iniciamos los pasos
De la madrugada.
En el agua, a pesar de todo,
Ese instante de ti que no se agota.
La pluralidad de los jardines / Insomnus