LO FATAL
He nacido entre los muertos, y mi vida
es tan sólo el recuerdo de sus almas,
que, lentas, van soñando entre mi sangre
y sobre el mundo ciego la levantan.
Quedó lejos la tierra; mis raíces
no saben del frescor que en ella canta.
De invisibles cenizas es mi cuerpo.
Los muertos de la tierra me separan.
Quisiera ser yo mismo, luz distinta,
brillando, cada día, con el alba;
estrella de la noche, siempre joven,
que fulge de sí misma solitaria.
Pero ya no estoy solo. Mi ser vivo
lleva siempre los muertos en su entraña.
Moriré como todos, y mi vida
será oscura memoria en otras almas.
***
NO SOY ETERNO
No soy eterno, y Tú lo sabes.
Sólo la luz con que te miro
brillará, siempre, entre los hombres,
de cuerpo en cuerpo y sin destino.
Pero la carne se deshace;
sólo es la tierra del camino
donde Tú pisas, la tristísima
madre en que siembras tu delirio.
Y cada cuerpo es una herida
por la que sangra cada vivo
la sangre ciega de los años
que va bebiendo al infinito.
***
AHORA QUE YA ESTOY SOLO
Ahora que ya estoy solo, te llamo suavemente,
y bajas a mi boca, como un fruto maduro,
desde el árbol eterno donde existes y velas
con las ramas rozadas por los astros desnudos.
Ahora que ya estoy solo, puedo morir. Tú sabes
que a la muerte hay que ir sin que nadie nos llore,
ocultando las rosas del amor que encendimos
y el que sólo fue sombra que soñamos de noche.
Por eso está ya el fruto temblando entre mis dientes,
mas no quiero morderlo sin que Tú me lo digas.
Los muertos / Ediciones Cantalapiedra
Colección Adonais 1947
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