Poco importa
que seas un caníbal
comedor de plomo.
O que hayas visto
a la luna en ropa interior.
Hoy toca cenar estrellas.
***
A veces casi
sin pedirlo,
uno colecciona
besos de hadas
y duda saber guardar
tanta pureza.
***
Esos pies calzaban el carmín de sus labios.
***
Contar los relámpagos
que caben en tus caderas
provoca al mar sus epilepsias.
Puro placer
el insomnio de los delfines.
***
Soy un animal sangrado
por decisión propia.
No vengáis
a cerrar las heridas.
Lamed solo su rastro.
"Caníbales y estrellas" / Canalla Ediciones
Un gozo la poesía "densa y menuda" de Biel.
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