domingo, 26 de enero de 2014

Final-Juan Gelman














   La poesía no es un pájaro.
                                            Y es.
   No es un plumón, el aire, mi camisa.
   No, nada de eso. Y todo eso.            
                                                  Sí.
   He roto un violín contra el crepúsculo
   para ver qué pasaba,
   me fui a la piedra y pregunté qué pasa.
   Pero no. Pero no.
                                Aún no.
   ¿Me olvidé acaso del pañuelo aquel
   donde gira en silencio un vals antiguo?
   No lo olvidé, miradme la mejilla
   y os daréis cuenta, no, no lo olvidé.
   ¿Me olvidé del caballo de madera?
   Tocadme el niño y me diréis que no.
   ¿Y entonces, qué?  
                                 La poesía es una manera de vivir.
   Mira a la gente que hay a tu costado.
   ¿Ama? ¿Sufre? ¿Canta? ¿Llora?
   Ayúdala a luchar por sus manos, sus ojos, su boca, por el beso para besar y el beso para regalar, por su mesa, su cama, su pan, su letra a y su letra h, por su pasado ¬¿acaso no fueron niños?¬ por su porvenir ¬¿acaso no serán niños?¬ por su porvenir ¬ por su presente, por el trozo de paz, de historia y de dicha que le toca, por el pedazo de amor, grande, chico, triste, alegre, que le toca, por todo lo que le toca y se le arrebata en nombre de qué, de qué?
   Tu vida entonces será un río innumerable que se llamará pedro, juan, ana, maría, pájaro, plumón, el aire, mi camisa, violín, crepúsculo, piedra, pañuelo aquel, vals antiguo, caballo de madera.
   La poesía es esto.
                                Y luego, escríbelo.


Gotán y otras cuestiones /  Visor Libros

Vivienda·Viviendo-Batania



















Señores del gobierno infinitivo,
participiamente diputados,
díganme cómo,
dónde comer sin comiendos,
dónde soñar sin soñandos,
de qué manera,
cómo reír sin riendos,
cómo cantar sin cantandos,
cómo el amor, cómo el beso,
cómo el feliz fornicio,
señores del gobierno infinitivo,
particiamente diputados,
escuchen, atiendan el gerundiando:

Si no hay vivienda no hay comiendo.
Si no hay vivienda no hay amando.
Si no hay vivienda no hay riendo.
Si no hay vivienda no hay soñando.

Si no hay vivienda no hay viviendo.

Neorrabioso / Ediciones La Baragaña
(poemas y pintadas)